viernes, 4 de noviembre de 2016

Se derrumbó el mito de la primavera en Sevilla.

No hizo falta azahar, ni tardes largas, ni luces eternas, ni programas de mano, ni vallas, ni palcos, ni palquillo en la Campana.
Ayer nos bastó una tarde corta, olor a castañas,  y lo imprescindible e insustituible: EL SEÑOR EN LA CALLE.


No hay comentarios:

Publicar un comentario